Josué 23:1-16
Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.
Josué 23:11
Este es el penúltimo capítulo del libro de Josué. Algunas batallas se ganaron y otras se perdieron. El pueblo de Israel perdía cuando desobedecían a Dios, y ganaban cuando obedecieron a la voz de Dios. Era imposible que un pueblo que no era pueblo, sino que eran solamente esclavos en Egipto, pudieran ganarles a las grandes naciones cananeas. El libro de Josué nos enseña que nosotros no podemos ganar al mundo por nuestra propia fuerza. Solamente podemos vencer al mundo cuando estamos del lado de Dios. Josué, Jeshua, significa “Dios es el Salvador”. Josué es una figura de Cristo en el Antiguo Testamento. Él guía al pueblo a conquistar la tierra prometida. Nuestro Señor Jesucristo es quien nos guía a conquistar el mundo, y solamente a través de él podemos obtener el reino de Dios.
Dice el pasaje que pasaron muchos días después de Dios dio paz a Israel. No sabemos cuánto tiempo exactamente, pero tal vez pasaron varios años entre el capítulo 22 y el 23. Josué había envejecido. Entonces llamó a la congregación de Israel. El mensaje que les dio fue que recordaran las grandes cosas que Dios había hecho por ellos echando fuera y destruyendo a las naciones de Canaán para darlas como heredad al pueblo de Israel. Dice que “desde el Jordán hasta el Mar Grande” será heredad para Israel. Dios les daría la tierra. ¿Qué era lo que tenía que hacer el pueblo de Israel? Lo único que ellos debían hacer era guardar el pacto con Dios. Josué les dice que no se mezclen con las naciones de la tierra a través de darse en matrimonio ni yendo en pos de los ídolos. Si ellos rompen el pacto con Dios, entones Dios les castigaría. Ellos serían bendición a las naciones si obedecían a Dios. Pero esas naciones serían azote para Israel si Israel rompiera el pacto con Dios.
Al leer la Biblia, tristemente el pueblo de Israel rompe el pacto con Dios. Romper el pacto con Dios es no amar a Dios sino amar a otras cosas del mundo. Por lo tanto, Israel sufrió continuamente por causa de las guerras. Tuvieron que enfrentar a las naciones cananeas que ellos no destruyeron desobedeciendo la instrucción de Dios, y más bien haciendo pacto con ellos. Por si fuera poco, también surgieron grandes naciones, potencias del mundo, que constantemente asediaron a Israel, como por ejemplo Asiria, Siria, Persia, y Babilonia. Finalmente fueron conquistados por los griegos y luego por los romanos. Israel vivió lapsos de paz porque hubo algunos reyes que obedecieron a Dios. Pero en general, Israel desobedeció a Dios a pesar del mensaje de advertencia de tantos profetas.
Conociendo esta advertencia de Dios a la nación de Israel, no es sorpresa que aún en el presente no puedan vivir en paz en la tierra prometida. Aunque Dios ha sido fiel en traer a Israel de vuelta a la tierra que les prometió que sería su herencia, de una u otra manera, la consecuencia de la desobediencia de Israel ha provocado que vivan despreciados y asediados por otras naciones. Hoy (noviembre de 2023), Israel sigue en enfrentamiento bélico con los palestinos. Aunque este conflicto tiene varios tientes políticos y religiosos, no hay duda de que Israel no tiene paz por causa de su pecado, por no guardar su pacto con Dios.
Esto es una advertencia para mi vida personal. Dios promete que me dará la paz si le amo a él sobre todas las cosas. Mi amor a Dios se muestra si soy obediente a su palabra. Por el contrario, no puedo esperar que haya paz en mi vida si vivo desordenadamente y en desobediencia a Dios. ¿Por qué habría de esperar que Dios me de la paz si yo no guardo mi amor hacia él? Es justo y lógico que tenga que afrontar al mundo y sus consecuencias yo solo si no permanezco en el amor de Dios. La gracia de Dios es que él no tiene la obligación de ayudarme, pero si yo permanezco en su amor, él es fiel para guardarme y protegerme.
En este tiempo estoy desesperado. Ya estoy a menos de un mes para mi examen comprensivo de mi estudio del doctorado y no me siento nada preparado. He tenido mucha dificultad para concentrarme y practicar escribir los ensayos de acuerdo con la guía del examen. Y esto es porque me he dejado distraer por muchas otras cosas totalmente innecesarias. Y ahora me pregunto: ¿Cómo puedo en menos de un mes estudiar lo que no he estudiado en tres meses? Pero esta palabra me da esperanza. Dios me ayudará a conquistar esta situación si yo soy fiel a él. Esta fidelidad implica cambiar muchas cosas en mi rutina diaria y luchar en contra de todas las distracciones que hay alrededor de mí. No considero distracción mi responsabilidad como esposo, padre, y pastor. Pero hay muchas cosas otras cosas en mi vida personal que me vencen, que me desarman a pesar de pensar y desear hacer lo que debería hacer.
Señor, creo en la promesa de que usted me ayuda a conquistar las situaciones más difíciles en mi vida si yo me mantengo fiel a usted. Le pido que me ayude a vencer toda tentación que me distrae de lo que usted me ha llamado a hacer. Reconozco que estoy aquí estudiando solamente por su gracia y solamente por su llamado. Le pido que me de fuerza, como lo ha hecho hasta ahora, para seguir adelante. Pero solamente puedo seguir adelante si usted así me lo permite. Sé que el tiempo no es el problema sino mi fidelidad. Le pido que me permita su gracia continuamente y me ayude a ser fiel en lo que usted tiene planeado para mí de acuerdo con el llamado que he recibido.
Le pido, Señor, sobre todas las cosas, que pueda yo amarle con todo mi corazón, con toda mi mente, y con todas mis fuerzas. Le pido que siga guiando mi vida. Tengo muchas debilidades por lo que comento innumerables pecados. Pero confío en que usted es mi guía en esta conquista del mundo. Oro que pueda yo seguirle a donde usted me guíe, y que sea obediente a lo que usted me mande a hacer. Señor, úseme como instrumento suyo para su gloria, y permítame participar en su obra de predicación del evangelio a todas las naciones comenzando desde aquí en Louisville.
Una palabra: Ama a Dios y obedece a sus mandamientos.